¡Hola! Mi nombre es Meritxell y en este blog voy a contaros mis experiencias sobre el nuevo y fascinante mundo en el que acabo de entrar, la quiropráctica.Todo empezó hace un mes y medio aproximadamente, una amiga mía, Vicky, me comentó que, en el sitio donde trabaja, el Centro Quiropráctico Costa Blanca, buscaban a una chica para trabajar de asistente quiropráctico y si me interesaba, me harían una entrevista.
Yo tenía un mínimo conocimiento de la quiropráctica, ya que, de pequeña había ido un tiempo a un quiropráctico por problemas de espalda y me fue muy bien. A parte soy enfermera, por lo que, todo lo que tenga que ver con mejorar la salud y aumentar la calidad de vida de las personas es algo que me entusiasma. Así que, sin pensarlo dos veces, fui a la entrevista y al día siguiente ya estaba trabajando.
Para poder realizar bien mi trabajo he de introducirme en el mundo de la quiropráctica y ahora estoy en una etapa de inmersión y aprendizaje de lo que es la ciencia de la quiropráctica. Leo libros que me prestan Aleks y Ben, los dos doctores en quiropráctica que trabajan en el centro, observo a los pacientes y hablo con ellos para saber qué les pasa y cómo se sienten. También hago de paciente y así poder sentir en mi propio cuerpo los beneficios y las sensaciones de la quiropráctica. Ayer mismo Ben me hizo una clase sobre qué es la quiropráctica.
Con todo esto ya puedo hacerme con, al menos, unas ideas básicas de la ciencia quiropráctica. Nuestro cuerpo funciona gracias al cerebro que manda la información que nuestros órganos necesitan para funcionar y ésta información pasa por los nervios que salen de la médula espinal, que está protegida por la columna vertebral. Se trata de dar al cuerpo todo su potencial procurando una correcta alineación de las vértebras, para que éstas no obstaculicen ni la médula espinal, ni los nervios y así asegurar que todo nuestro cuerpo está recibiendo el 100% de la información que nos manda el cerebro.
Nuestras vértebras se van desplazando de su sitio a lo largo del tiempo, por malas posturas, caídas, accidentes, posiciones mantenidas a lo largo de muchas horas, el ritmo de vida, el estrés…
Esto es muy importante que lo sepan los pacientes para que, aunque ya se sientan bien y el dolor o problema por el que habían venido ya ha desaparecido, no dejen de venir a hacer revisiones periódicas. Si dejan de venir lo más probable es que al cabo del tiempo vuelvan a aparecer de nuevo los problemas y el dolor. Es como si una persona que sale a correr todos los días de repente un día lo deja por completo y a los cuatro meses quiere volver a correr. Después de cuatro meses de parón tendrá que volver a empezar desde el principio, porqué habrá perdido la forma física que tenía anteriormente.
La salud es lo más importante que tenemos y hemos de hacer lo posible para mantenerla.